
Bogotá, 14 de julio de 2025 – En un esfuerzo por revitalizar un sistema de transporte que ha permanecido rezagado durante décadas, el gobierno del presidente Gustavo Petro ha puesto en marcha un plan estratégico para reactivar los ferrocarriles en Colombia, con proyectos clave orientados a conectar regiones estratégicas como el Pacífico y el Caribe. La Agencia Nacional de Infraestructura (ANI) ha proporcionado detalles sobre los avances de estas iniciativas, que no solo buscan modernizar la infraestructura del país, sino también impulsar el desarrollo económico, reducir la dependencia de las carreteras y fomentar un modelo de transporte más sostenible.
Un renacer ferroviario para Colombia
El sistema ferroviario colombiano, que en el siglo XX fue un pilar del transporte de carga y pasajeros, decayó progresivamente debido a la falta de inversión y al auge del transporte por carretera. Sin embargo, el actual gobierno ha identificado en los trenes una oportunidad para transformar la logística nacional y regional. Según la ANI, los proyectos en curso incluyen corredores férreos que conectarán el interior del país con los puertos del Pacífico (como Buenaventura) y del Caribe (como Cartagena y Barranquilla), facilitando el comercio internacional y la integración regional.
Entre los proyectos destacados está la rehabilitación y construcción de líneas férreas que permitirán el transporte de mercancías como café, carbón, productos agrícolas y manufacturas, además de ofrecer alternativas de movilidad para pasajeros. La ANI ha informado que se están realizando estudios de factibilidad, licitaciones y alianzas público-privadas para garantizar la viabilidad técnica y financiera de estas obras. Además, se priorizan tecnologías modernas, como trenes de carga de alta capacidad y sistemas eléctricos para pasajeros, alineados con los objetivos de sostenibilidad del gobierno.
Impacto económico y social
La reactivación de los ferrocarriles se perfila como un motor de desarrollo para regiones históricamente desconectadas. En el Pacífico, la conexión ferroviaria desde el Valle del Cauca hasta Buenaventura podría reducir significativamente los costos logísticos para las exportaciones, fortaleciendo la competitividad del puerto y beneficiando a comunidades locales con nuevas oportunidades de empleo. En el Caribe, los trenes que conecten el interior con los puertos de Cartagena y Barranquilla podrían dinamizar el comercio y el turismo, además de aliviar la presión sobre las carreteras, que enfrentan problemas de congestión y deterioro.
El plan también contempla un impacto social positivo, al mejorar el acceso a servicios y mercados para comunidades rurales y urbanas en los corredores ferroviarios. La ANI ha subrayado que los proyectos están diseñados con un enfoque inclusivo, considerando consultas con comunidades locales y medidas para mitigar impactos ambientales.
Desafíos y perspectivas
A pesar del entusiasmo, el camino hacia la reactivación ferroviaria no está exento de retos. La financiación de los proyectos, que requieren inversiones multimillonarias, depende en gran medida de la colaboración con el sector privado y organismos internacionales. Además, la complejidad técnica de rehabilitar líneas abandonadas y construir nuevas en terrenos geográficamente desafiantes, como los Andes o las zonas selváticas del Pacífico, plantea obstáculos significativos.
Sin embargo, el compromiso del gobierno de Petro con esta iniciativa ha generado expectativas positivas. Expertos en infraestructura destacan que el éxito del plan dependerá de una ejecución eficiente, transparencia en la gestión de recursos y una planificación que garantice la sostenibilidad a largo plazo. La ANI ha señalado que los primeros tramos de los corredores podrían entrar en operación en los próximos años, marcando un hito en la modernización del transporte colombiano.
Un paso hacia el futuro
Con los ferrocarriles, el gobierno busca no solo recuperar un medio de transporte histórico, sino también posicionar a Colombia como un referente en infraestructura sostenible en América Latina. La conexión entre el Pacífico y el Caribe representa un paso crucial hacia una economía más integrada y competitiva, mientras se promueve una movilidad que respete el medio ambiente. A medida que los proyectos avanzan, el país observa con expectativa el renacer de sus trenes, un símbolo de progreso que podría transformar el panorama logístico y social de Colombia en las próximas décadas.