
Bogotá, 1 de julio de 2025 — Tras meses de incertidumbre por la histórica sequía que azotó a Bogotá y gran parte de la Sabana en 2024, los embalses que abastecen a la capital del país han comenzado a recuperar sus niveles históricos. El Sistema Chingaza, integrado principalmente por los embalses de Chuza y San Rafael, amaneció con cifras alentadoras en el arranque de julio, marcando un hito en la recuperación hídrica de la región.
Las lluvias constantes en las zonas de captación han sido determinantes para este restablecimiento. A ello se suman las estrategias de gestión del recurso hídrico y las campañas ciudadanas de ahorro impulsadas por la Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB), que permitieron mitigar los efectos de la sequía más grave registrada en los últimos 50 años.
Gracias a la mejora en los niveles de almacenamiento, las autoridades comenzaron a levantar algunas de las restricciones al suministro de agua que regían desde principios de 2024. El panorama, aunque aún requiere vigilancia constante, permite a la ciudad mirar con mayor optimismo el futuro del abastecimiento de agua potable.
El caso del Sistema Chingaza refleja la efectividad de las medidas adoptadas y resalta la importancia de mantener hábitos responsables frente al consumo de agua. Las autoridades invitan a la ciudadanía a no bajar la guardia y continuar con el uso consciente del recurso hídrico, clave para evitar nuevas crisis ambientales.